sábado, 31 de octubre de 2009

Halloween vs Todos los Santos

No quería dejar pasar el mes sin al menos poner un nuevo artículo. En esta nueva andadura, al menos quiero poner uno al mes. Si no, quedará el intento en eso, un simple intento.

Tengo en mente varios temas, alguno relacionados con cagadas urbanísticas, otras con la famosa crisis... pero no quería adentrarme en ninguno de estos temas sin tener antes datos más reales y alguna que otra foto o vídeo al respecto. Entre las que me quedaban Halloween. Y dadas las fechas, me pongo manos a la obra.

Es la primera vez en mi vida, este año, que voy a celebrar Halloween. ¿Y por qué? Pues por mis niñas. Y por que de joven jamás se me inculcó que la muerte fuese una fiesta. Iba con mis padres al cementerio, para recordar, aunque fuese una vez al año, a los seres queridos que han fallecido. Y mi criterio ha cambiado desde entonces.

¿Por qué hay que recordar a los que ya no están solo un día del año? Yo no me espero a ese día para recordar a mis abuelos. No puedo decir que todos los días, pero muy a menudo vienen a mi mente, y eso los mantiene vivos dentro de mí. Y prefiero que sea así, por que el día de todos los santos se ha convertido en un negocio, muchos van a los cementerios siguiendo unas creencias que yo ya perdí hace tiempo (algún día dedicaré un artículo a mis creencias), otros conducidos como yo de joven, muchos montados en el bus de la hipocresía y otros tantos por simple costumbre.

Evidentemente, prefiero mi postura. No necesito creer en lo que me dicen, sino en mis creencias. No necesito que nadie me diga qué debo hacer ese día. No necesito la hipocresía en mi vida, pues ya muchos cargan con ella. No necesito seguir una rutina en la que no creo.

Ahora, en los colegios, comienzan a enseñar costumbres anglosajonas dentro del aprendizaje del inglés. Y dentro de estas costumbres, se encuentra disfrazarse durante la noche de brujas para dar sustos y recaudar caramelos. Bueno, no es que sea de mi devoción, pero los chiquillos lo pasan en grande. Y si nos sirve para cambiar las rutinas del fin de semana y hacer algo diferente, pues a disfrazarse, pintarse la cara y empezar a asustar al que se deje.

Yo trataré de enseñar a mis hijas que sí, que esto es divertido y por un día se hace una fiesta especial, pero que los seres queridos hay que recordarlos durante el resto del año. Prefiero que sea así cuando yo falte, y que no se vean obligadas a ir una vez al año al lugar dónde esté.

Mis disculpas a todos aquellos que no me comprendan.