lunes, 20 de septiembre de 2010

El tabaco molesta. Lo siento de veras...

Ayer leí un artículo destacado por un amigo mío, bastante antitabaquista, que pensaba dejar pasar, pero que finalmente he querido comentar, pues solo se da publicidad al movimiento antitabaco, pero, ¿qué hay de los que simplemente fumamos, tratando de respetar a los demás?

El artículo en cuestión, "¿Prohibido fumar? ¡Vamos hacia la dictadura!" comienza, a parte de su título agresivo, con la siguiente comparación:
"Ayer entré en un bar, me acomodé en la barra, y con un pulverizador me puse a fumigar a los que me rodeaban con una sustancia pestosa y tóxica preparada para la ocasión. Los rociados se cabrearon, me echaron del bar, varios me denunciaron en comisaría y alguno intentó agredirme. Qué mal carácter. Luego volvieron al bar, y mientras terminaban sus consumiciones aceptaron que un par de fumadores les impregnasen la ropa y el pelo con el humo de sus cigarros, olor que les acompañaría el resto del día."
Evidentemente la comparación me parece mal. No por el hecho de comparar que mi humo puede impregnar su perfumada y recién planchada ropa, eso es correcto al cien por cien. De hecho, en muchas ocasiones he detestado mi ropa por el olor que se queda. Pero me queda una gran pregunta en mi cabeza que no dejo de darle vueltas.

¿Hay bares donde se permita rociar a la gente con una sustancia pestosa y tóxica?

Pues yo no quiero ir a ese bar. No quiero que me apesten y me intoxiquen. Gracias a las leyes por las que tanto están luchando estos grupos antitabaco hay bares en los que se prohíbe fumar. ¿Por qué no van a esos bares? ¿Por qué tienen que venir a uno de los pocos recintos en los que se me permite fumar sin tener que salir a la calle a aguantar un aguacero o con un frío que pela?. Y estos grupos responden airadamente: "Que se jodan y enfermen" o simplemente "Te aguantas y no fumas". Respuestas insultantes basadas en el profundo desconocimiento de lo que es una adicción...

El tabaco es malo, hace daño, y por desgracia, no solo a mí, sino que también a los que me rodean. Pero, ¿por qué algunas personas me agreden verbalmente cuando estoy fumando en uno de los pocos sitios en los que está permitido? ¿Por qué no se van a los sitios en los que no está permitido fumar? ¿Por qué no se declaran sitios en los que solo se permita entrar a la gente que fume?

En mis tiempos, fumar molaba. Era casi un símbolo necesario para poder reivindicar tu mayoría de edad e independencia. Había que ser un macho y fumar. Y con la tontería empezabas. ¿Qué pasaba después? Que gracias a la cantidad de componentes adictivos y otras mierdas que se le añaden a los cigarrillos, necesitabas fumar. Y poco a poco, con tu cerebro diciéndote "No pasa nada por un cigarro más hoy" ibas aumentando la dosis hasta lo que te permitía el cuerpo. Y para cuando pensabas que fumabas mucho, ya era tarde. En mi humilde opinión, este es un detalle importante que no comprenden los grupos antitabaco. Somos adictos, adictos por culpa de la sociedad, adictos por culpa de las tabacaleras, adictos por culpa de los gobiernos, adictos por culpa de nuestros amigos fumadores.

¿Soluciones? Hay algunas, pero la más fácil quizás sería que los gobiernos prohibieran el tabaco (justo ahora, que la polémica va sobre legalizar las drogas). ¿No es tan malo? El problema es la cantidad de dinero que les genera mi adicción, la cantidad de empleos que se tirarían en los estancos, los acuerdos que tendrán con las tabacaleras, las influencias que tienen las leyes antitabaco en tiempos electorales, etc.

Por favor, comprended que somos adictos, que tenemos un problema, que no es tan sencillo dejarlo, y que las leyes agradan y molestan a distintos grupos en la mayoría de los casos. Pensad que si vosotros tenéis sitios a los que poder ir con aire puro y os molesta ir a otros que tienen el aire viciado, nosotros no podemos ir a los primeros y solo tenemos los segundos. Si no queréis humos, no vengáis y todos contentos.

Por cierto, me encantaría dejar de fumar...